Game of Thrones: Analizamos el primer episodio de la 7 temporada.

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Llegó esa época que todos los fan de Game Of Thrones esperamos, y es esa en la que cada domingo nos sentamos frente a una pantalla a maravillarnos con esta historia llena de maravillas.
La séptima temporada empezó y con ella llegó el inicio de una etapa en la historia donde absolutamente todo está a punto de cambiar porque "Winter Is Here".

El primer episodio de la séptima temporada de Game Of Thrones, titulado "Dragonstone" inicia como siempre llenándonos de expectativas sobre una guerra que se encuentra inminente. Ver ese gigante White Walker, seguramente nos puso a todos los pelos de punta.

Una de las cosas que más nos gustaron y que queda firmemente demostrado en este episodio estreno de la nueva temporada es que los personajes principales están ya en el lugar que deben estar y con un propósito fijo.

La escena de Sam en sus ires y venires de la asquerosa labor que se le encomienda, termina con algo muy importante y es que descubre que existe un lugar subterráneo donde yace una mina de "Vidriagón" que es un elemento esencial para el ejercito que va a ser comandado por Jon Snow en contra de los White Walker.
Otra cosa que nos encantó de esta parte fue el mensaje claro que le deja el maestre a Sam, y que se puede resumir así: El hombre y sus generaciones desaparecen, pero la tierra sigue firme y existiendo a pesar de todo.

Cersei busca alianza con la parte traicionera de la familia Greyjoy, prometiéndole que se ganará su confianza trayéndole algo que ella quiere. Por alguna razón se nos viene a la cabeza que eso que tiene en mente no es nada más y nada menos que Tyrion (Es una especulación de esas que estamos acostumbrados en una serie en la que todo puede pasar) y que Daenerys tendrá un motivo más sumado a recuperar su trono y será rescatar a Tyrion.

Jon Snow está ejerciendo su lugar de rey en el norte, consiguiendo el juramento de lealtad de las familias que antaño colaboraron con los Stark. Sansa no está muy de acuerdo con ciertas actuaciones suyas, pero al parecer está entendiendo poco a poco que es su papel como líder ser firme en sus decisiones.

The Hound, aparece con estos personajes que ya habíamos visto antes en la serie, y que están ligados firmemente al culto del dios R`hllor, R'hllor, también conocido como Señor de la Luz, el Corazón de Fuego y el Dios de la Llama y la Sombra, es una prominente deidad en Essos, pero que tiene pocos adeptos en Poniente, donde es comúnmente conocido como el Dios Rojo. Su símbolo es un corazón llameante. Esta parte nos tomó por total sorpresa al ver como The Hound podía ver las visiones premonitorias a través del fuego. Las expresiones de sorpresa de sus acompañantes nos hacen deducir que este personaje que ha regresado, va a tener un papel muy importante en los sucesos próximos.

Arya sigue su viaje y se encuentra con un grupo de soldados neutrales (Sí, aquí aparece el tan esperado cameo de Ed Sheeran) que se encargan de velar por la paz. Sus propósitos son más que claros y son los de matar a Cersei, quien sabe que sobre ella se vienen enemigos muy duros y que Jaime se encarga de recordárselo al decirle que su concepto de Los Siete Reinos, es una locura y que si acaso cuenta con el dominio de 3.

La historia de Bran avanza lentamente y es la que más envuelve conexiones con el origen de Westeros, la fantasía y la magia. Esperamos que en esta temporada este arco argumental avance lo suficiente.

Daenerys llega a las tierras de los origenes de sus antepasados. La simbología del dragón es fuerte y ella está en buscar de que vuelvan a volar por todo Westeros como en los tiempos de antaño.

Estamos satisfechos con este primer episodio de la séptima temporada de Game of Thrones. La fantasía va retomando el lugar que antes sólo se tenía por meras historias olvidadas. El invierno llegó y con él trajo la guerra.