No nos cabe la menor duda de que tanto Ingmar Bergman como Stanley Kubrick son dos maestros que se encuentran en el Olimpo de los dioses del cine. La calidad de las películas de ambos maestros es totalmente indiscutible para todos nosotros los que vemos en el cine una forma de plasmar y presenciar el comportamiento del ser humano en sus expresiones internas y externas.
Un jóven Kubrick escribió una carta para Bergman siendo un joven amante del Ajedrez y la fotografía, quien cargaba su cámara a todos lados como si fuese una extensión de sus ojos. En ese momento mientras Stanley de forma apasionada y mostrando la admiración por quien en ese entonces era uno de los directores de cine más reconocidos a nivel mundial, no se imaginaba que algún día compartiría un lugar en la historia del cine junto a quien iba dirigido su mensaje.
Aquí les enseñamos la carta original que el Kubrick envió a Bergman el 9 de Febrero de 1960.
La traducción de la carta sería la siguiente:
Querido Sr. Bergman,
Sin duda usted ha recibido el suficiente reconocimiento y éxito alrededor del mundo para hacer esta nota totalmente innecesaria. Pero para lo que sea que valga, me gustaría añadir mi alabanza y gratitud como director y colega por la contribución brillante y sobrenatural que ha hecho al mundo con sus películas (nunca he estado en Suecia así es que nunca he tenido el placer de ver su trabajo en el teatro). Su visión de la vida me ha conmovido profundamente, mucho más profundamente de lo que jamás he sido conmovido por cualquier otra película. Creo que es el mejor cineasta trabajando en el momento. Más allá de esto, permítame decirle que nadie lo ha superado en la creación de estados de ánimo y atmósferas, en la sutileza de las actuaciones, la evitación de lo obvio, la veracidad y la integridad de la caracterización. A esto hay que añadir todo lo que entra en la realización de una película. Creo que ha sido bendecido con actores maravillosos. Max von Sydow, Ingrid Thulin viven ávidamente en mi memoria, hay muchos otros en su compañía de actuación cuyos nombres se me escapan. Le deseo a usted y a todos ellos la mejor de las suertes, y buscaré con entusiasmo cada una de sus películas”.
Stanley alababa a Ingmar la universalidad creada en la visión particular de éste como director ya que Berman en sus películas dirigía de forma extraordinaria a los actores para que estos acompañaran de forma impecable la atmósfera que este le daba a sus obras maestras como El septimo sello o Fresas salvajes.
La carta se encuentra en el museo Deutsche Kinemathek / Museum für Film und Fernsehen que se encuentra en Berlín donde se encuentra alojado una cantidad enorme de material sobre historia del cine Alemán desde sus orígenes.
Aquí les enseñamos la carta original que el Kubrick envió a Bergman el 9 de Febrero de 1960.
Sin duda usted ha recibido el suficiente reconocimiento y éxito alrededor del mundo para hacer esta nota totalmente innecesaria. Pero para lo que sea que valga, me gustaría añadir mi alabanza y gratitud como director y colega por la contribución brillante y sobrenatural que ha hecho al mundo con sus películas (nunca he estado en Suecia así es que nunca he tenido el placer de ver su trabajo en el teatro). Su visión de la vida me ha conmovido profundamente, mucho más profundamente de lo que jamás he sido conmovido por cualquier otra película. Creo que es el mejor cineasta trabajando en el momento. Más allá de esto, permítame decirle que nadie lo ha superado en la creación de estados de ánimo y atmósferas, en la sutileza de las actuaciones, la evitación de lo obvio, la veracidad y la integridad de la caracterización. A esto hay que añadir todo lo que entra en la realización de una película. Creo que ha sido bendecido con actores maravillosos. Max von Sydow, Ingrid Thulin viven ávidamente en mi memoria, hay muchos otros en su compañía de actuación cuyos nombres se me escapan. Le deseo a usted y a todos ellos la mejor de las suertes, y buscaré con entusiasmo cada una de sus películas”.
Stanley alababa a Ingmar la universalidad creada en la visión particular de éste como director ya que Berman en sus películas dirigía de forma extraordinaria a los actores para que estos acompañaran de forma impecable la atmósfera que este le daba a sus obras maestras como El septimo sello o Fresas salvajes.
La carta se encuentra en el museo Deutsche Kinemathek / Museum für Film und Fernsehen que se encuentra en Berlín donde se encuentra alojado una cantidad enorme de material sobre historia del cine Alemán desde sus orígenes.
Hola, gracias por escribir, Cinéfilos Del Mundo siempre le dará una buena bienvenida a tus opiniones.