Dracula : 15 cosas que no sabías sobre este clásico protagonizado por Gary Oldman, Winona Ryder y Keanu Reeves

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Drácula: 15 secretos que no sabías de la película de Coppola

Drácula es una película de terror que se ha convertido en un clásico del cine. Dirigida por el maestro Francis Ford Coppola, se basa en la novela de Bram Stoker, y narra la historia de amor y horror entre el conde Drácula, un vampiro que busca a su amada reencarnada en Londres, y Mina Murray, la prometida de Jonathan Harker, un joven abogado que cae en las garras del malvado conde.


La película fue un éxito rotundo, y recibió tres premios Óscar por su impresionante maquillaje, vestuario y efectos sonoros. Pero además de su calidad artística, la película esconde muchos secretos que quizás no conocías. ¿Quieres saber cuáles son? Sigue leyendo y descubre 15 curiosidades de Drácula, la obra maestra de Coppola.


1. ¿Winona Ryder y Keanu Reeves se casaron de verdad?

Puede que te sorprenda, pero es posible que Winona Ryder y Keanu Reeves sean marido y mujer desde hace años. ¿Cómo es eso? Resulta que Coppola decidió rehacer la escena de la boda entre Mina y Harker en una iglesia griega ortodoxa de Los Ángeles, y contrató a un verdadero ministro ortodoxo rumano para oficiar la ceremonia. Así que los actores pronunciaron sus votos y se dieron el sí quiero delante de un sacerdote real. Según Ryder, eso significa que están casados “bajo los ojos de Dios”, aunque no legalmente. Reeves ha admitido que Ryder le envía mensajes de texto llamándole “esposo”, y que ambos se lo toman con humor.




2. El grito del príncipe Vlad no es el de Gary Oldman

Gary Oldman hizo un trabajo magnífico interpretando a Drácula en sus diferentes formas y edades. Pero hay una escena en la que no es su voz la que oímos, sino la de otro artista. Se trata del grito que emite el príncipe Vlad cuando clava su espada en la cruz tras enterarse de la supuesta muerte de su amada Elisabeta. Ese grito tan desgarrador no es el de Oldman, sino el de Lux Interior, el cantante de la banda punk The Cramps, que lo grabó especialmente para la película.


3. Los actores leyeron la novela entera en voz alta

Coppola quería que sus actores estuvieran bien familiarizados con la historia original de Bram Stoker, así que les hizo leer la novela entera en voz alta durante la primera reunión del reparto. Según Anthony Hopkins, que interpreta al doctor Van Helsing, les llevó dos días completar la lectura.


4. Gary Oldman bajó su voz una octava

Oldman no solo cambió su aspecto físico para interpretar a Drácula, sino también su voz. El actor contrató a un entrenador vocal para ayudarle a bajar su voz una octava y darle al personaje un tono más grave y siniestro.


5. Las paredes del set se movían

Coppola utilizó muchos trucos visuales para crear una atmósfera inquietante en la película. Uno de ellos fue mover las paredes del set durante la escena del afeitado, en la que Drácula aparece detrás de Harker sin reflejarse en el espejo. Según Coppola, las paredes se iban acercando poco a poco hacia los actores para provocar una sensación subliminal de claustrofobia creciente.


6. Las leyes de la física no funcionan con los vampiros

Otro recurso que usó Coppola fue romper las leyes de la física cuando había vampiros cerca. La idea era que estos seres sobrenaturales alteraban la realidad a su antojo. Por eso vemos sombras que se mueven independientemente de sus dueños, ratas que corren boca abajo por el techo, o líquido que gotea hacia arriba. Para lograr algunos de estos efectos, Coppola contó con la ayuda de un mago profesional, que le enseñó cómo hacer levitar a las novias de Drácula desde la cama.




7. El significado literal de Transilvania

Transilvania es el lugar donde se encuentra el castillo de Drácula, y donde empieza la historia. Pero ¿sabes qué significa su nombre? Cuando Mina recuerda su vida pasada como Elisabeta, dice que recuerda una tierra más allá de un gran bosque. Esa es la traducción literal de Transilvania, que en latín significa “tierra más allá del bosque”.


8. La frase favorita de Gary Oldman

Gary Oldman se enamoró del guion de la película desde que lo leyó por primera vez. Pero hubo una frase que le cautivó especialmente, y que le hizo decidirse a hacer el papel. Se trata de la frase que Drácula le dice a Mina cuando la encuentra en Londres: “He cruzado océanos de tiempo para encontrarte”. Sin duda, una de las declaraciones de amor más románticas y dramáticas del cine.


9. La niña que le tenía miedo a Sadie Frost

Sadie Frost interpreta a Lucy, la mejor amiga de Mina, que se convierte en vampira tras ser mordida por Drácula. En una escena, vemos cómo Lucy lleva a una niña al cementerio para devorarla. Pero la niña que hacía de víctima no estaba preparada para ver a Sadie con su maquillaje de vampira, y se asustó mucho. Coppola y Sadie tuvieron que convencerla para que repitiera la escena, y al final lo consiguieron.


10. Los sets impresionistas

Coppola tenía una visión muy artística para la película, y quería usar sets muy impresionistas, con solo luces y sombras y poco atrezo. Sin embargo, tuvo que cambiar de idea cuando vio que el resultado no era el esperado. Así que optó por crear unos sets más realistas y detallados, pero sin perder el toque estilizado.


11. El cameo de Tom Cruise

Tom Cruise es otro actor famoso por interpretar a un vampiro en el cine. Lo hizo en Entrevista con el vampiro, que se estrenó un año después de Drácula. Pero antes de eso, Cruise hizo un cameo no acreditado en la película de Coppola, como uno de los invitados a la fiesta de Lucy. ¿Puedes reconocerlo?


12. La inspiración para el maquillaje de Drácula

El maquillaje de Drácula fue uno de los aspectos más alabados de la película, y le valió un Óscar a Greg Cannom, Michèle Burke y Matthew W. Mungle. Pero ¿de dónde sacaron la inspiración para crear el aspecto del vampiro? Pues resulta que se basaron en las pinturas del artista austriaco Gustav Klimt, especialmente en su obra El beso, que muestra a una pareja abrazada con un fondo dorado.




13. La escena más difícil de filmar

La película tiene muchas escenas espectaculares, pero hay una que fue especialmente difícil de filmar. Se trata del baile de máscaras, en el que Drácula y Mina se reencuentran entre una multitud de invitados disfrazados. Para esta escena, Coppola necesitó más de 300 extras, muchos de ellos con trajes y máscaras muy elaborados. Además, tuvo que coordinar el movimiento y la iluminación para crear un efecto visual impactante.


14. El homenaje a Nosferatu

Drácula no es la primera adaptación cinematográfica de la novela de Bram Stoker. Antes hubo otras versiones, como la famosa Nosferatu, una sinfonía del horror, dirigida por F.W. Murnau en 1922. Esta película es un clásico del cine mudo, y Coppola le rinde homenaje en varias ocasiones. Por ejemplo, la forma

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