Tiempos Modernos: una obra maestra del cine y de la crítica social
Charles Chaplin, el legendario maestro del cine, nos regaló en 1936 una de sus más grandes obras: Tiempos Modernos. En esta película, nos narra la historia de un obrero metalúrgico que, agobiado por el ritmo infernal de la cadena de montaje, pierde la cordura. Tras recuperarse en un hospital, sale a la calle y se ve involucrado en una protesta obrera, por la que es arrestado. En la prisión, sin quererlo, colabora en sofocar una revuelta, lo que le vale su libertad. Ya fuera, se enfrenta a la dura realidad de la supervivencia junto a una joven huérfana que encuentra en su camino.
La película es una joya del séptimo arte, porque en apenas hora y media, nos hace partícipes de una historia que abarca los más altos y bajos que el destino puede deparar a un ser humano. Es también el ejemplo perfecto de la crítica al sistema industrial y al abuso laboral que imperaban en el siglo XX. Nadie como Chaplin ha sabido plasmar con tanta maestría y humor la situación del hombre atrapado en una máquina que lo trata como una pieza más, prescindible y reemplazable.
A continuación, te presentamos algunas curiosidades de esta obra maestra.
1- Tiempos Modernos se estrenó cuando el cine sonoro ya llevaba una década de existencia. Chaplin, consciente de que la universalidad de su humor residía en la pantomima, se resistió a usar diálogos, aunque llegó a ensayar algunos. Finalmente, optó por seguir el modelo de Luces de la Ciudad, y usó solo música y efectos de sonido. Las voces humanas solo se oyen de forma indirecta, a través de dispositivos tecnológicos: el jefe que habla a los obreros desde una pantalla de televisión; el vendedor que solo es una voz en un fonógrafo. Solo una vez, la voz de Chaplin se escucha directamente. Haciendo de camarero, Charlot debe sustituir al tenor de un café-teatro, especializado en canciones románticas. Escribe la letra en los puños de su camisa, pero la pierde, y tiene que improvisar la canción con un divertido galimatías que pretende pasar por italiano. La voz de Chaplin ya se había oído en la radio, e incluso en un noticiario cinematográfico, pero esa sería la primera y única vez que el mundo podría escuchar a Charlot.
2- Chaplin compuso su propia banda sonora, como ya había hecho en Luces de la Ciudad, y como solía hacer, dio muchos quebraderos de cabeza a sus arreglistas y directores, hasta el punto de que el prestigioso músico de Hollywood, Alfred Newman, renunció al proyecto.
3- Charlot aparece en los créditos de la película como “Obrero de la Fábrica”. Esta fue la última película en la que Chaplin interpretó a su legendario y más icónico personaje.
4- La película fue objeto de una extraña demanda por plagio. La empresa franco-alemana Tobis acusó a Chaplin de haberles robado ideas y escenas de otro clásico sobre el trabajo industrial en el siglo XX, Viva La Libertad (A Nous La Liberté), dirigida por René Clair. El caso no tenía fundamento, y Clair, gran admirador de Chaplin, estaba avergonzado por ello. Pero Tobis insistió, y volvió a presentar cargos en 1947, después de la Segunda Guerra Mundial. Esta vez, el estudio de Chaplin aceptó pagar una suma modesta, solo para librarse de aquel molesto asunto de una vez por todas. Chaplin y sus abogados siempre sostuvieron que la obstinación de aquella empresa, de capital mayoritariamente alemán, estaba motivada por el deseo de vengarse de Chaplin por los sentimientos anti-nazis expresados en El Gran Dictador. Para beneficio de las generaciones futuras, Tobis fracasó en su intento original de que el film de Chaplin fuera retirado permanentemente de circulación.
5- Chaplin contó en varias ocasiones que esta era su película favorita de toda la filmografía, y que era su legado más importante para la historia del cine.
6- El personaje de la chica huérfana de esta maravillosa película nació de la inspiración que le brindó Paulette Goddard, la compañera sentimental de Chaplin. Se trata de una joven que perdió a su padre en una manifestación laboral, y que encontrará en Charlot un aliado y un amigo.
7- La película fue censurada en Alemania e Italia, donde se la tachó de propaganda comunista. Rusia, por el contrario, la acusó de propaganda capitalista. En Estados Unidos, la prensa más conservadora tampoco la recibió con agrado, y desde entonces, Charles Chaplin fue objeto de vigilancia por parte del FBI.
8- La escena más compleja de rodar fue la de la máquina de comida, que requirió siete días de filmación. En ella, Charlot es sometido a un experimento para alimentarlo de forma automática, pero la máquina se descontrola y le provoca todo tipo de contratiempos.
9- La película fue prohibida por el régimen nazi por contener “un mensaje comunista”. Algunos afirman que este hecho motivó a Chaplin a realizar su parodia de Hitler en “El gran dictador”.
10- Chaplin tenía pensado un final triste y sentimental para su película. En él, Charlot era ingresado en un hospital tras sufrir un ataque de nervios, y la joven huérfana se convertía en enfermera, alejándose de él para siempre. Este final llegó a filmarse, pero fue descartado por uno más optimista. “Saldremos adelante”, se lee en el subtítulo, mientras la pareja se marcha de la mano por un camino rural hacia el futuro. Este es considerado uno de los finales más relevantes de la historia del cine, y ha servido de modelo para el estilo de muchas otras películas.
Hola, gracias por escribir, Cinéfilos Del Mundo siempre le dará una buena bienvenida a tus opiniones.